Por Stefania Scamardi y Carlos Sepúlveda.
«Carlos Sepúlveda, psicólogo y bailaor, colabora desde hace años conmigo en proyectos vinculados con su Asociación Autoestima Flamenca. Durante los calmos ritmos de un Agosto en Sevilla realizamos juntos una sesión de resultados inconmensurables, diferentes piezas musical flamencas para diferentes secuencias de retratos. De más de 100 fotos, decidimos seleccionar, por el momento, la secuencia con mantilla y en ocasión de la exposición “Mariposas Sagradas” en Noviembre, acompañamos un texto al vídeo fotográfico que le pedí visionar.
Me dejó sorpendida la capacidad de Carlos de dar formas en palabras preciosas a mi producto vídeo – creativo.»
HERMES
INCURSIONES Y EXCURSIONES
Mi mundo,
de tenerlo guardado
en una cajita de zapatos,
explota.
Siento, luego existo.
Lo siento todo,
el placer de la delicadeza,
la aventura de la alquimia.
¡Ay! la transformación
que deforma…
¡Paren de gritar
los fantasmas nomás!
Siento la búsqueda,
mi potencia,
catar, poniéndolo todo.
Entero y cabal
en avances y retrocesos.
Siento mis miedos.
Nada que ver
con eso de las perdices.
Éxtasis prudente,
sin vuelta atrás
para ese despertar.
Un microsegundo
en mi covacha
es un aleteo más
del viaje incesante.
No podemos parar
de nacer.
Carlos Sepúlveda y Stefania Scamardi.
Noviembre de 2012.
ARES
«¿Cómo manejamos la rabia? Muchas personas, creemos erróneamente que ser fiel a aquello de Haz el amor y no la guerra, significa suprimir la rabia, lo que genera mucho dolor y dirigirla inconscientemente hacia quien no lo merece. Preferimos alimentarnos de la dulzura, de la belleza y esto nos conduce a no saber poner límites y a no responder a una agresión. La agresividad que llevamos dentro es pura fuerza que nos empuja hacia adelante; es necesario tenerla a mano para que por algún lado pueda salir. Mientra más aprendemos a manejarla, más fuertes nos hacemos.»
¿Qué pasa con mi rabia? ¿Dónde está? ¿En los puños cerrados o en la mano tendida? …..In progress…
DIOS DE LA GUERRA
Yo soy a quien tú no quieres
el padre de todas las destrucciones.
Yo soy la fuerza que quieres contener
la sed de sangre
la aniquilación y su lamento,
el puño torpe.
Más me comprimes
mayor es mi explosión.
Yo soy el asesino que hay en ti.
Cuando agotes todas las cadenas
sabrás que aún estoy ahí
reventándolas una a una con mi rencor.
Déjame entonces mis explosiones controladas
mándame al INEM de los mandatarios
para convertirme en tu guardaespaldas
de quienes te abusan. Déjame que te resguarde de los dardos
cuando te muestras vulnerable.
Déjame ahí ser el incansable
y te sorprenderé con mi cara serena
cerrando las puertas de las relaciones tóxicas.
Saca de la prisión mi fuerza
tu fuerza.
Derrite mi irritación
mientras consumo en mi fuego
a la opresión de los inocentes.
De las bridas cortas
y resoplando
a tu danzante.
Soy ahora
el baile que te protege.
Carlos Sepúlveda. 26 Dic 2012.
DIONISOS
«Cerramos con este último trabajo audiovisual la Trilogía de Dioses masculinos que hemos ido trabajando junto a Carlos Sepúlveda de Autoestima Flamenca a raíz de su sesión de retratos realizada ya hace un año.
Hasta ahora hemos reflexionado sobre la transformación y la evolución interior con Hermes el mensajero y hemos dado un paso en adelante en la conciencia sobre la importancia del fluir de nuestras energías más intensas de la mano de Ares el Dios de la Guerra.
Ahora ha llegado el momento de centrarnos en Dionisos, en el Placer, el epicúreo, el que te reconcilia con tus tendencias naturales. Escuchar lo que te pide tu cuerpo y tratar de satisfacerlo es una manera de tomar conciencia de todos nuestros anhelos, de lo más íntimo de cada cual, del necesario equilibrio entre nuestros deseos más esenciales. Es también hacerse responsable de ellos y actuar.
Hablamos de un placer refinado, que nos aleja de los sentimientos de culpa, de la idea de pecado y la desconfianza que nos genera. Es, en cambio, una puerta abierta a la vivencia de unidad: de cada individuo consigo mismo, de la unidad con las demás personas y con lo que nos rodea. Difícilmente sentiremos un goce pleno provocando un daño irreparable.
Es un acto creativo, es forma con contenido, belleza con corazón. Este placer nos sumerge en el tiempo presente, trasciende nuestro ego para convertirse en una forma de meditación, en la comunión con lo sublime, en la mística de la sensualidad.»
QUERIDO DIONISOS
Éxtasis de todos los sabores,
cadencia de los encuentros.
Vida entregada a coser opuestos,
el beso imposible de la muerte
y la vida tiene tu saliva.
Destrucción para los enemigos del clímax,
para tus seguidores intoxicados,
para la belleza sin alma.
Enorme navegante de las profundidades,
rico en encrucijadas.
Danza salvadoras de mujeres,
anticongelante de movimiento y uvas.
Roce atemporal, místico del placer.
Aliado con la línea recta.
Cama en un alambre.
Lo emotivo, la risa.
El orgasmo de lo cotidiano.
Carlos Sepúlveda. Sevilla Abril 2013