El Hospital Virgen del Rocío analizará el papel del flamenco
como terapia contra el trastorno mental
Los expertos investigarán si el baile incide positivamente en el bienestar físico y psicológico de personas que padecen esta problemática
Francisco Núñez/ diarioDirecto 26/02/10
El flamenco como terapia contra el trastorno mental. Eso es lo que los especialistas de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla investigarán con el objetivo de conocer si el baile flamenco incide positivamente en el bienestar físico y psicológico de personas que padecen esta problemática. Así lo comunicó este viernes el propio hospital, que ha denominado al proyecto ‘Desarrollo de estrategias didácticas para emplear el flamenco como vehículo de salud y participación social en personas con trastorno mental’.
El proyecto cuenta ya con el apoyo de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y la Obra Social Cajasol, que lo financiarán con 9.000 y 5.000 euros respectivamente. Además, contará con la colaboración de la Asociación de Autoestima Flamenca y el Museo del Baile Flamenco de Cristina Hoyos. El equipo científico estará compuesto por terapeutas ocupacionales, psicólogos, pedagogos y profesores de baile flamenco.
En total serán 15 los pacientes procedentes de los programas de rehabilitación de las dos comunidades terapéuticas del centro sevillano los que participarán voluntariamente en este estudio, en el que se evaluará su situación física, psicológica, emocional y social durante todo el proceso.
Del mismo modo se llevarán a cabo 20 sesiones prácticas, que tendrán lugar una vez por semana con una duración aproximada de 90 minutos. La investigación incluye tanto una vertiente psicológica, que corresponde a los terapeutas y monitores ocupacionales, como pedagógica, que realizará un equipo de pedagogos y profesores de baile flamenco.
Además de la observación directa que harán los profesionales, se incluyen como instrumentos de evaluación un diario de campo, que permite el registro subjetivo de percepciones y posibles situaciones que surjan durante cada sesión; o el registro anecdótico, otra técnica cualitativa que posibilita recoger detalles llamativos o anómalos.
Para implicar a los propios participantes en la evaluación, se emplearán cuestionarios dentro de la denominada técnica de triangulación, que permite sumar a los datos analizados por los profesionales las impresiones de los pacientes. Todas las sesiones serán grabadas en vídeo, con idea de evidenciar los datos recogidos y realizar inferencias objetivas posteriores a las sesiones.
Emilia Navarrón, terapeuta ocupacional de Virgen del Rocío e investigadora principal del estudio, argumentó que con dicho trabajo se busca «diseñar estrategias pedagógicas concretas para utilizar el flamenco como medio rehabilitador e integrador de este colectivo de personas tan sensible».
Del mismo modo, opinó que es a los andaluces «a los que nos corresponde convertirnos en principales protagonistas de la introducción del método empírico de las ciencias sociales en el campo de la investigación del flamenco, un patrimonio intangible de primer orden y un medio de expresión cultural vivo y en constante evolución».
De hecho, la investigación que se iniciará estos días en el Virgen del Rocío cuenta con una primera experiencia piloto en el 2007 con un grupo de 10 pacientes, en un programa que contempló sesiones teóricas sobre el flamenco y su historia, asistencia a eventos culturales relacionados con el flamenco y participación en sesiones de baile en el Museo de Baile Flamenco.
Entre las conclusiones de aquella experiencia, destaca las sensaciones positivas que generó este programa en los participantes, manifestando éstos que la experiencia les había resultado útil, aprendiendo, disfrutando y sintiéndose cómodos en cada una de las sesiones.
Los profesionales sanitarios pudieron constatar que en las sesiones de trabajo se podían estimular habilidades cognitivas como atención, concentración y memoria, motoras como organización temporal y espacial, postura, coordinación y ritmo, y relacionales como gesticulación, expresión corporal y verbal, la escucha, la mirada, la percepción de uno mismo y del otro o la aceptación.
Si bien los espacios terapéuticos sanitarios están diseñados para favorecer estos aspectos, los espacios ‘no institucionales’ y ‘no hospitalarios’ permiten ir más allá, integrando a este colectivo de manera normalizada en espacios comunitarios y culturales, anteponiendo la percepción de ciudadano frente a la de paciente.
La colaboración que se inició con este trabajo desarrollado durante 2007 permitió organizar en 2008 el ‘I Encuentro Andaluz de Danzaterapia y Flamenco’, en el que se reunieron todos los profesionales que aplican el flamenco como vehículo de desarrollo personal e integración social. Fue el marco en el que el hospital sevillano y el Museo del Baile Flamenco suscribieron un acuerdo de colaboración que se mantiene hasta ahora.